Muchacho de las manos mágicas
Apenas un 6 % de las personas que viven del trabajo sexual son varones. Eros no se considera uno de ellos, aunque de lunes a viernes practica masajes eróticos con las mujeres que lo contratan. ¿Cómo es su rutina laboral? ¿Qué buscan quienes acuden a él? ¿Qué sucede en...
Dame amor, dame Hiroshima
¿Qué vínculos, además del contrato laboral, median entre alguien que paga por sexo y alguien que lo cobra? ¿Qué meridiano de la libertad atraviesa los afectos y secretos que mapea un cliente en una prostituta? ¿De qué están hechas esas ternuras? En tiempos...
Diarios del Corsa
Junto a un viajante de comercio, nos fuimos de turismo existencial por los pagos donde se siembra la Santa Fe a la que fatalmente pertenecemos. La política agroindustrial argentina, la fascinación por el paisaje, los largos hiatos en estaciones de servicios vacías, la...
Las puertas
Imágenes: Delfina Freggiaro Te esperaba hacía un par de minutos y como no venías me metí en el kiosco a comprar cigarrillos. Cuando salí vi a una chica de vestido rojo. Flaca y de pelo negro. Como vos, pero vos no eras. Porque me hizo sacudir ese vestido en ese...
Por no estar
Su presencia es silenciosa, como la de los árboles o los mendigos. Sin embargo, la pornografía invade el aire de una forma distinta que las hojas y las súplicas: cientos de miles de gigabytescirculan en el espaciocontetas, pijas, pies, culos,clítoris, labios y otros...
Lápices
Imágenes: Pablo Feli Yo no tengo nada santo. No hay virgen de los cadetes. No creo en nadie. No hay milagros en el asfalto. Tengo lentes, que son las ventanas; tengo capucha, que es el techo; y tengo bolsillos, que son las habitaciones. Tengo que volver con el...
La urgencia del Afuera
Un cine porno en una cortada céntrica. Una ventana de chat que brilla en el celular. Un club swinger con pista de baile y habitaciones. Un rincón a la intemperie en cualquier parque de la ciudad. Escondrijos que acunan encuentros y desencuentros al borde...
Tantablada
Un ladrón devenido en profeta, un militante social, un compositor y cantante de tangos, y una madraza con ovarios de acero nos permiten viajar por el incierto río de lo rosarigasino y aprehender, de manera sencilla, cómo llegamos a esto que llamamos estar siendo en...
Chamamé: nadie grita por gritar
Nos dimos una vuelta por lo que llamábamos “los ambientes chamameceros de Rosario”. Su propia temporalidad y su propio espacio, que no es exclusivamente geográfico, sino más bien sentimental, nos hicieron ver que no se trata de ambientes, sino de territorios, donde se...
La espera
Trabajan en una esquina, trabajan en un cabaret. Aguardan la irrupción de algún cliente que les permita ganarse la moneda y así atraviesan la noche. Caminos de compañerismo y aguante que se abren en los márgenes violentos de una sociedad violenta. Imágenes:...